jueves, 20 de noviembre de 2014

Las posibles escrituras del capitalismo

III Jornadas Regionales IOM 2, Nuevo Cuyo,
Mendoza – 26 y 27 de setiembre de 2014
Eje temático 2 – Sujeto del Inconsciente, Capitalismo y Tecnociencia”

Las posibles escrituras del Capitalismo

Lic. Sergio F. Romero[1]

El Discurso Capitalista o cómo se toma por el reverso una cinta de Moebius

Jacques Lacan produce, a partir de la edición 1969 – 1970 de su Seminario, un nuevo dispositivo representacional: los cuadrípodos correspondientes a los cuatro discursos.
En la clase inaugural ese año, Lacan nos hace notar la importancia del lugar y los efectos que la ocupación alternativa de cada término tiene en la narrativa propia que se establece al interior de cada configuración. No en vano, la califica como “álgebra”, lo que nos remite en su etimología a la “recomposición”.


A la manera de “Calle de París, día lluvioso” pintado por Gustave Caillebotte, en donde cada personaje ocupa un lugar en la composición, pero a su vez connota su movimiento, es decir que la composición conlleva en sí mismo a su re-composición virtual, prefigurando así una visión cinematográfica -, cada cuadrípodo implica su álgebra, es decir “sitúa un momento [y] la continuación de lo que desarrollará aquí nuestro discurso nos dirá qué sentido conviene dar a este momento.” (Lacan, 2009, p.13)
Pero a diferencia de la pintura, el álgebra de los discursos es precisa y está determinada por las rotaciones de cuarto de giro, como si el lugar de cada símbolo estuviese en una región del plano determinada por un par de ejes cartesianos, y el punto de intersección de los ejes fuese el centro de rotación. 

Si parece fundado que la cadena, la sucesión de letras de este álgebra, no se puede alterar, cuando realizamos esta operación del cuarto de vuelta obtenemos cuatro estructuras, no más (…)”. (Lacan, 2009, p.12). Surgen así los Discursos de la Universidad, del Amo, de la Histérica y del Analista.


A pesar de lo expuesto, Lacan, en su conferencia en Milán del 12 de mayo de 1972, que se conoce como “Del discurso psicoanalítico”, hace surgir una quinta configuración de su dispositivo[2].
Para ello, rompe con su precepto de rotación y aplica al plano – y al cuadrípodo del discurso del amo inscripto en él - una torsión de medio giro que redunda en la inversión del primer par de símbolos S1 y $. Este movimiento es el que permite la analogía que da origen al título de esta sección: para construir una cinta de Moebius a partir de una cinta de papel, debe aplicarse una torsión de medio giro a uno de los extremos y pegarlo al otro.  De esa manera, queda en nuestras manos esa contradicción a los sentidos de una cinta con un anverso y reverso que no existe.


No hay reverso de una cinta de Moebius ni reverso del Discurso Capitalista. Es un continuo con ilusión de corte, de límite, de racionalidad y previsión. Pero es un circuito frenético de consumo continuo y sin límites.


Según afirma Jorge Alemán, en el discurso capitalista, “Lacan medita sobre un dispositivo donde el Sujeto se ha convertido en un ente que no depende de nada, solo está allí para que se conecten los lugares y, precisamente, al ser el capitalismo la máquina que conecta todos los lugares, el corte es imposible. (…) La esencia del discurso capitalista es el rechazo de la modalidad ‘imposible’ propia de la castración. (…) No tiene reverso y su movimiento (al igual que la pulsión) no conoce las estaciones.” (Alemán, 2009, pp.47-48)

El discurso de la Civilización Hipermoderna, o la suspensión de la autoridad.

En Comandatuba, Brasil, en 2004, Jacques-Alain Miller enuncia lo que da en llamar una “Fantasía” (Miller, 2012, 38): el estar sin brújula. Se pregunta desde cuándo ocurre y arriesga un par de hitos: la sustitución de la metáfora agrícola por la industrial, y la de la metáfora de la naturaleza por lo real. Y va más allá: el objeto a, no sería - ¿cómo decirlo? – la brújula de la civilización de hoy?” (Miller, 2012, 39)
Partiendo de ubicar al objeto a en el lugar de agente, Miller enuncia que este se impone al “sujeto sin brújula”, invitándolo a atravesar sus inhibiciones. A su vez, es invitado a producir la evaluación (S1). De esta manera, va escribiendo el discurso de la Civilización Hipermoderna, isomorfo al discurso del Analista.      


 “¡Vean adónde me condujo mi fantasía!” – dice Miller. “No puedo hacer otra cosa más que seguir. (…) Es un resultado sorprendente, (…) [aunque] si reflexionamos bien, (…) Lacan no dudó en plantear que el discurso del Amo era la estructura del discurso del Inconsciente, que los dos tenían la misma estructura.” (Miller, 2012, 40 - 41) y que lo que el discurso del Analista analizaba era el discurso del Amo, es decir, su reverso.  Y concluye: si esta fantasía es verdad, el discurso de la civilización no es más el reverso del psicoanálisis, es el éxito del psicoanálisis”. (Miller, 2012, 41)
Frente al repliegue del Discurso del Amo, Miller identifica tres posiciones entre los analistas, a las que llama respectivamente, “reaccionaria” – exaltación de lo simbólico vehiculizado por la tradición-, “pasatista” – consolidación de un refugio imaginario -, y “alineada a lo real de la ciencia” – según lo que esta última cree-.
A su vez, prevé una práctica lacaniana por venir, en la vía que abrió en particular el último Lacan, cuya insignia sea el “eso falla” – diferenciándose del “eso marcha”, propuesto desde las otras posiciones -, entendido como la manifestación de la relación con un imposible.

Conjugando las escrituras

Lo que motivó la escritura de este artículo es la pregunta que me surgió ante ambas escrituras, ¿qué relación se establece entre ellas? ¿Se excluyen? ¿Se serian? ¿Se implican?
Para comenzar a contestar el interrogante, creo particularmente sustancioso poner a jugar ambas escrituras en relación a lo que Manuel Castells, gurú tecnológico y teórico de la Era de la Información, llama la relación “paradigma tecnológico / sociedad emergente”. Aunque podrían cuestionarme qué me autoriza a traerlo a esta argumentación.
Pues, simplemente, el pasaje de la ciencia a la tecnociencia, propio del capitalismo financiero de nuestro modelo social actual, impulsado por las tecnologías de Información.
En palabras de Jorge Alemán, “Ya no hay ciencia. Su régimen de saber pertenecía al mundo moderno y “fordista” de la producción capitalista. (…) Se llama tecnociencia a la hibridación [surgida (…) “de la imbricación entre el modo de producción capitalista, lalengua y la producción de subjetividades ordenadas metafísicamente”] que se extiende en forma planetaria a través de sus distintos efectos. (…) La moderna presentación científica de la cosa ha devenido configuración tecnológica y biopolítica del mundo, manipulada por una voluntad acéfala de satisfacción de capital”. (Alemán, 2006, p. 125)
La referencia de Alemán a la célebre conferencia del filósofo Martin Heidegger, y que Lacan convirtió en lectura obligada para nosotros a partir del Seminario 7, nos permite echar luz sobre una de las más preclaras conceptualizaciones de lo virtual, ubicada en la introducción de la conferencia.
Todas las distancias, en el tiempo y en el espacio, se encogen.
A aquellos lugares para llegar a los cuales el hombre se pasaba semanas o meses viajando se llega ahora en avión en una noche. Aquello de lo que el hombre antes no se enteraba más que pasados unos años, o no se enteraba nunca, lo sabe ahora por la radio, todas las horas, en una abrir y cerrar de ojos. El germinar y el crecimiento de las plantas, algo que permanecía oculto a lo largo de las estaciones, lo muestra ahora el cine a todo el mundo en un minuto. Los lugares lejanos de las más antiguas culturas, los muestra el cine como si estuvieran presentes ahora mismo en medio del tráfico urbano de nuestros días. El cine, además, da testimonio de lo que muestra haciéndonos ver al mismo tiempo los aparatos que lo captan y el hombre que se sirve de ellos en este trabajo. La cima de esta supresión de toda posibilidad de lejanía la alcanza la televisión, que pronto recorrerá y dominará el ensamblaje entero y el trasiego de las comunicaciones.
El ser humano recorre los más largos trechos en el más breve tiempo. Deja atrás las más largas distancias y, de este modo, pone ante sí, a una distancia mínima, la totalidad de las cosas.
Ahora bien, esta apresurada supresión de las distancias no trae ninguna cercanía; porque la cercanía no consiste en la pequeñez de la distancia. (…) ¿Qué pasa que, suprimiendo las grandes distancias, todo está igualmente cerca e igualmente lejos? ¿En qué consiste esta uniformidad en la que nada está ni cerca ni lejos, como si no hubiera distancia?
Todo es arrastrado a la uniformidad de lo que carece de distancia. ¿Cómo? ¿Este juntarse en lo indistante no es aún más terrible que una explosión que lo hiciera añicos todo?”
El filósofo esloveno Slavoj Žižek retoma esta idea y la actualiza a nuestra época.
“Esta suspensión de la función del Amo (simbólico) es la característica crucial del Real cuyos contornos asoman en el horizonte del universo del ciberespacio: el momento de la implosión cuando la humanidad llegará al límite imposible de transgredir, el momento en el cual la coordinación de nuestra vida social se disuelva. En ese momento, las distancias serán suspendidas (seré capaz de comunicarme instantáneamente a través de teleconferencias con cualquier punto del planeta); toda la información, desde textos a música o video, estarán instantáneamente disponibles en mi interface.
Sin embargo, la otra cara de esta suspensión de la distancia que me separa de un extranjero lejano es que, debido a la desaparición gradual de contacto con otras personas con cuerpos "reales“, un vecino ya no será un vecino, ya que él o ella será sustituido progresivamente por un espectro en pantalla; la disponibilidad general inducirá a una claustrofobia insoportable; el exceso de elección será experimentado como la imposibilidad de elegir; (…). La visión del ciberespacio abriendo un futuro de posibilidades infinitas de cambio ilimitado, de nuevos y múltiples órganos sexuales, etc., etc., oculta su exacto opuesto: "una insólita imposición de un cierre radical”. (Žižek, 2004)
Castells (2001), abrevando directamente en la relación base / superestructura, enunciada por Marx en su célebre “Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política”[3], escrita en 1859, distingue entre el paradigma tecnológico y el modelo social imperante.
“Las nuevas tecnologías de la información de nuestra época (…) marcan el comienzo de un nuevo paradigma tecnológico [, el Informacionalismo,] sobre la base de tres principales rasgos distintivos: la capacidad de (…) ampliar por sí mismas el procesamiento de información en cuanto volumen, complejidad y velocidad; su capacidad recombinatoria; y su flexibilidad distributiva.” (Castells, 2001, p. 179)
A su vez, dicho paradigma tecnológico es una dimensión fundamental condicionante del cambio social, e hizo posible la aparición de un nuevo modelo social llamado “Sociedad Red”, cuyas principales características son, - siguiendo con el desarrollo de Castells -: su sustentación en redes; la interconexión de producción, distribución y gestión; la individualización del trabajo; el espacio de flujos; y la paulatina captura de la cultura por un hipertexto global y electrónico [– la WWW –] que se constituye en fuente de la virtualidad real como marco semántico de nuestras vidas. (2001, pp. 179 -183.)
Bajo este esquema, y teniendo en cuenta especialmente lo afirmado por Jorge Alemán respecto de la futilidad del sujeto y la “captura” de lugares y funciones por parte del capitalismo (“la máquina que conecta todos los lugares”), el discurso capitalista “no es una experiencia humana (…) [sino] el dispositivo pertinente para considerar la economía de goce propia de la técnica.” (2009, p. 47 – 49)
De aquí que propongo, para el análisis, asimilarlo al paradigma tecnológico, al Informacionalismo.
Y, a su vez, el modelo social emergente, la Sociedad Red - según Castells-, o Sociedad de Control –según Deleuze -, es esa sociedad, conformada por “sujetos capitalistas” en el perpetuo intento de lograr “su propia voluntad de satisfacción (…) y (…) su propósito: que todo lo que “es” en el mundo se convierta en mercancía” (Alemán, 2009, p. 48)
Una sociedad en la que el plus-de-gozar rige en el Cenit del socielo, motorizada por el movimiento perpetuo del consumo, con sujetos tributarios “de nada que no sea colaborar con la voluntad acéfala que realiza[n]”. (Alemán, 2009, p. 48)
  


Una salida por la política

Como suele afirmar  Slavoj Žižek, - cito de memoria – es más fácil para nosotros aceptar la hipótesis del fin del mundo por una catástrofe ecológica global, que el fin del capitalismo.
Tanto Jorge Alemán, leyendo el discurso capitalista lacaniano, como Miller, enunciando su fantasía, acuerdan por distintos caminos que el capitalismo “es capaz de poner en crisis a todas las estructuras que hasta ahora venían simulando su regulación” (Alemán, 2009, 47), ya que las autoridades simbólicas se licuan en el permanente movimiento de recorrido de la cinta, y la religión, “que se apoya en la noción de naturaleza que lo real ha vuelto perimida, que la ascensión del objeto a ha vuelto obsoleta” (Miller, 2012, p. 46), fracasa.
Ambos autores plantean la necesidad de construir una salida a partir de la falla, (…) de la relación con un imposible. (Miller, 2012, p. 44)
Entendiendo la puesta en juego de los dos discursos en relación base / superestructura, toma inusitada fuerza los interrogantes que se formula Alemán: “¿A través de qué significante nuevo se puede apuntar a un Real imposible de dominar e integrar por la técnica capitalista? ¿En qué espacio inédito ese significante propuesto puede volverse un acontecimiento político?” (Alemán, 2009, 55)
Ese acontecimiento político, construido en relación a un real imposible, es la posibilidad que nos queda de intentar subvertir la sutura continua del discurso capitalista tecnocientífico y reconfigurar así la relación no-todo y emancipación, encontrando “un modo de ir más allá, de buscar un nuevo límite, en un proceso de emancipación y poder hacerse responsable del deseo implícito en el mismo”. (Alemán, 2012, p. 74)

Bibliografía

§  Alemán, Jorge (2006) El porvenir del inconsciente. Filosofía / política / época del psicoanálisis. Buenos Aires: Grama ediciones.
§  Alemán, Jorge (2009) Para una izquierda lacaniana… Intervenciones y textos. Buenos Aires: Grama ediciones.
§  Alemán, Jorge (2012) Soledad: Común. Políticas en Lacan. Buenos Aires: Capital Intelectual.
§  Castells, Manuel (2001) Epílogo – Informacionalismo y Sociedad Red, en Himanen, Pekka, La ética del Hacker y el espíritu de la era de la información. Buenos Aires: Destino.
§  Heidegger, Martin (1994) Das Ding en Conferencias y artículos, Barcelona: Ediciones del Serbal. Traducción de Eustaquio Barjau.
§  Lacan, Jacques (1972) Del discurso psicoanalítico, conferencia en Milán del 12 de mayo de 1972. Online. http://elpsicoanalistalector.blogspot.com.ar/2013/03/jacques-lacan-del-discurso.html
§  Lacan, Jacques (2009) El Seminario. Libro 17. El Reverso del Psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós. 8ª reimpr.
§  Lacan, Jacques (2012) El Seminario. Libro 19. ...O peor. Buenos Aires: Paidós.
§  Miller, Jacques-Alain (2012) Punto Cenit. Política, religión y el psicoanálisis. Buenos Aires: Colección Diva.





[1] Licenciado en Cs. Sociales – Miembro de ACEP (Asociación Cuyana de Estudios Psicoanalíticos) – Coordinador del CeDeALab – Laboratorio de Contenidos Digitales Audiovisuales – UTN FRSR).


[2] Es interesante consignar aquí la importancia de esta única mención en toda la obra lacaniana de este “discurso capitalista” y las aparentes razones de este hapax legomenon. Muchos se preguntan qué pasó con él. Puede hallarse un indicio en la clase del Seminario XIX “El Uno: que no accede al dos”, dictada por Lacan cinco días después de la conferencia de Milán, en la que expresa: “Tal cual. Es lo …o peor. Esto no es serio. No es serio por más que veamos bien que allí debería llegar un discurso que no fuese semblante. Pero es un discurso que terminaría mal. No sería en absoluto un lazo social, como debe ser un discurso.” (Lacan, 2012, p. 179)
[3] “En la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales.” (…) “El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general.”

domingo, 19 de febrero de 2012

Manifiesto Transmedia

(http://www.transmedia-manifest.com/)

El arte de contar historias siempre ha estado sujeto a cambios. A través del proceso de la digitalización y la concomitante convergencia de los medios, estamos actualmente al borde de un cambio dramático. No somos ya más espectadores  oyentes, lectores, usuarios o jugadores. Hoy, somos "experimentadores", cuyos roles y conductas cambian en función de cómo usamos y nos aproximamos a los medios de comunicación.

Con esta realidad en mente, queremos aprovechar esta oportunidad para proponer once tesis sobre el futuro de la narración:

Tesis 1 - Reivindicación de la realidad
La Ficción supera a la realidad, llegando a ser tan envolvente como sea posible.

Tesis 2 - Madrigueras de conejos
La historia ofrece múltiples puntos de entrada para el experimentador, dependiendo del medio y la situación en la que se utiliza.

Tesis 3 – Universo narrativo
El experimentador ya no sigue un solo hilo dramático sino que elige entre varias historias que se intersecan, y que se funden en un sol universo narrativo.

Tesis 4 - Interactividad
Los experimentadores se comunican entre sí y con los personajes de ficción participando activamente en la historia e influenciando sobre su arco general.

Tesis 5 - Contenido generado por el usuario
El universo narrativo permite al experimentador que contribuya creativamente en determinados puntos de la historia.

Tesis 6 - Transmedialidad
El universo narrativo  no se limita a un solo medio, sino que se aprovecha de los puntos fuertes de todos los medios para crear algo nuevo fuera de su simbiosis.

Tesis 7 – Narración basada en la localización
El experimentador se convierte en el vehículo de la ficción al visitar los lugares reales donde se despliegan diversas partes del universo narrativo.

Tesis 8 - Inclinarse hacia atrás, inclinarse hacia adelante
El universo narrativo atrae a diferentes tipos de experimentadores, ofreciendo una variedad de funciones para usuarios de medios más activos o pasivos.

Tesis 9 - Infinitud
El universo narrativo tiene el potencial para convertirse en un caldo de cultivo para una historia interminable a través de secuelas, spin-offs y perpetuo re-uso de los elementos de la narración.

Tesis 10 - Multipago
La diversificación de la narración permite el modelo de pago freemium, que impulsa al experimentador a múltiples contribuciones.

Tesis 11 - El trabajo en colaboración
El universo narrativo es desarrollado colaborativamente por un equipo interdisciplinar y versátil, cuya gama de habilidades puedan satisfacer las demandas de una narración basada en la experiencia.

(Traducción: Sergio Romero)